Castillo de Mont Saint Michel

Castillo Abadía Mont Saint-Michel

Castillo Abadía Mont Saint-Michel

El Monte Saint-Michel es una comuna francesa del departamento de la Mancha en la región de Baja Normandía, situado sobre una especie de isla. Debe su nombre a la abadía consagrada al culto del arcángel Saint Michel (San Miguel).

La espectacular arquitectura del monte Saint-Michel hacen el sitio turístico más concurrido de Normandía y uno de los primeros de Francia, con unos 3,200,000 visitantes cada año. Una estatua de San Miguel Arcángel colocada en la cumbre de la iglesia abacial se erige a 170 metros por encima de la orilla.

Cuenta una leyenda que a principios del siglo VIII el arcángel San Miguel se apareció en lo alto de la isla y ordenó que allí se construyese un santuario. El castillo, que parece una ciudad, se caracteriza por inmensa construcción, rodeado de paisajes impresionantes donde se respira historia.

Fue nombrado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1979.

La arquitectura de la abadía del Mont-Saint-Michel pone de manifiesto la pericia arquitectónica de los constructores de la Edad Media.

Este lugar inhóspito durante 1300 años representa por su edificación una incontestable proeza técnica y artística.

La larga historia del Mont-Saint-Michel comienza en el año 708, cuando el obispo Aubert mandar erigir en el Monte Tombe un primer santuario en honor del arcángel San Miguel.

En 966 una comunidad benedictina establece en el Monte a petición del duque de Normandía, Ricardo I.

El monasterio alcanza con esta congregación benedictina bajo la autoridad del abad su máximo esplendor. Enseguida la abadía se convierte en uno de los principales lugares de peregrinación de los cristianos de occidente, así como un punto neurálgico de la cultura medieval donde se escriben y conservan una enorme cantidad de manuscritos. El Mont-Saint-Michel es conocido entonces como la «Ciudad del libro». Crisol político e intelectual, la abadía fue visitada a lo largo de los siglos por un gran número de peregrinos, entre ellos varios reyes de Francia y de Inglaterra.

Este monumento milenario ofrece una gran diversidad de formas arquitectónicas, ya que se comenzó a construir en el siglo X y las restauraciones finalizaron en el siglo XIX. El contexto histórico, político y económico durante toda la Edad Media influye considerablemente en las obras y en los medios empleados. A lo largo de los siglos la abadía se ha ido transformando debido a los incendios, derrumbes, reconstrucciones, cambios de función o restituciones. La iglesia abacial, edificada en la cima del Monte, a 80 metros de altura, reposa sobre una plataforma de 80 metros de largo sobre un conjunto de cuatro criptas apoyadas en la roca.

El edificio de la Maravilla suele evocarse como la joya arquitectónica de la abadía. Esta obra mayor del arte gótico normando pone de manifiesto la pericia arquitectónica de los constructores del siglo XIII.

Una Abadía Convertida En Fortaleza

Enclavado en la frontera entre Normandía y Bretaña, el Mont-Saint-Michel es a la vez un lugar de paso y una fortaleza del ducado de Normandía.

A partir del siglo XIV, los sucesivos conflictos de la Guerra de los Cien Años que oponen a Francia y a Inglaterra obligan a construir nuevas y potentes fortificaciones. El Monte, defendido por algunos caballeros fieles al rey de Francia y protegido por una muralla flanqueada por varias torres defensivas, logra resistir a los asaltos de la armada inglesa de durante casi 30 años.

Durante el asedio de 1421, el coro románico de la iglesia se derrumba y habrá que esperar un siglo hasta que sea totalmente reconstruido en estilo gótico flamígero. En los siglos XVII y XVIII, el Monte es abandonado por los abades comendatarios y pierde su importancia militar.

En 1622, tras la reforma de la congregación de Saint-Maur, se instalan nuevos religiosos en la abadía, quienes se esfuerzan por reacondicionar el lugar y relanzar la vida monástica y los peregrinajes.  Los monjes deben asimismo afrontar la llegada de presos políticos recluidos en una abadía convertida también en la «Bastilla de los mares».

La Abadía Desde La Revolución

Tras la Revolución francesa, las propiedades de la Iglesia son declaradas «bienes nacionales», se expulsa a los últimos monjes del Mont-Saint-Michel y el «Monte Libre» se convierte en prisión para el clero refractario en 1793. En 1811, un decreto imperial transforma la abadía en cárcel para alojar esencialmente a presos comunes y políticos, como Arman Barbès y Auguste Blanqui.

Cerrada en 1863, tiene al menos el mérito de haber evitado la destrucción de la abadía, si bien la deja en un estado de avanzado deterioro. En 1874 la abadía es declarada monumento histórico y comienza entonces su larga restauración. En 1878, se abre un dique-carretera para facilitar el acceso al Monte y años más tarde una línea de tranvía conduce hasta el monumento a los turistas, cuyo número aumenta sin cesar.

En 1969, una pequeña comunidad de monjes benedictinos se instala en la abadía; años más tarde, en 2001, será remplazada por las Fraternidad Monástica de Jerusalén.

Las acciones del Estado francés a favor de la conservación del lugar logran que sea incluido en la lista del Patrimonio mundial de la Unesco en 1979 como «El Monte Saint-Michel y su bahía». El Mont-Saint-Michel es uno de los primeros bienes culturales franceses incluidos en esta lista. En 1998, el lugar vuelve a ser reconocido y se incluye en los «Caminos de Santiago de Compostela en Francia». Un doble reconocimiento que demuestra el valor universal y excepcional del monumento.

La historia continúa...

Los trece siglos de historia y la condición insular de la abadía del Mont-Saint-Michel suponen un desafío constante en términos de conservación y de restauración. Además del mantenimiento continuo que requiere la apertura al público de un sitio tan concurrido y la exposición a la intemperie, el Centre des monuments nationaux dedica importantes campañas de restauración a las que se han destinado 20 millones de euros desde 2007. La abadía está por tanto en continuas obras realizadas bajo la supervisión del arquitecto jefe de los monumentos históricos.

Cada año, los múltiples eventos culturales organizados por el Centre des monuments nationaux contribuyen a recibir a un público numeroso en un monumento cuyas condiciones de acceso se han reacondicionado en la hospedería y la bodega.

Comentarios recientes

25.11 | 00:55

Jorge gracias, esa es la idea de este blog, compartir datos históricos y otros divertidos, siempre con la idea de cultura

16.11 | 05:32

Verdaderamente ilustrativo, gracias por compartir estas enseñanzas.

28.10 | 14:04

Leí hace años de una mujer a la que le habian desaparecido varios empastes y tenia esos dientes sanos.

Además, existen una serie de fotografias, de logos en vehículos, que atestiguan la veracidad.

23.10 | 15:49

Los Griegos ganaton a los Atlantes-Iberos.

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