María de Vera Y Gasca





 








Hay muy poca información de esta mujer, pues se desconoce sus orígenes.


Parece que llega a Veracruz en 1521 y pasa a formar parte del personal de servicio del propio Hernán Cortés. De hecho, es quien pone el sudario al cadáver de Catalina Suárez, la esposa del conquistador. Las crónicas de la época dicen de ella que era mujer valiente y sabia, por lo que se puede deducir que, al igual que las compañeras anteriores, participa activamente en los combates que se llevan a cabo.


Aunque, por lo que se adivina de las crónicas, su labor principal pudo ser el asegurar el aprovisionamiento de las tropas durante el asedio de la capital. Tuvo que tener un papel importante, pues se le asignan 300 pesos tras la caída en manos españolas de Tenochtitlán.