El Misterio de las Vírgenes Negras Templarias

Ejemplos de Vírgenes Negras en las Catedrales Templarias

Ejemplos de Vírgenes Negras en las Catedrales Templarias

Las vírgenes negras son de color oscuro porque representan a la Madre Tierra y a la sabiduría ancestral, que fue pretendida por los Templarios.

Otras diosas de las antiguas culturas como Isis, Cibeles y Deméter fueron con frecuencia representadas negras.

En Éfeso, en el templo de Diana, una de las siete maravillas del mundo, se veneraba una estatua negra de la Gran Diosa.

Supuestamente encontradas en circunstancias sobrenaturales, las vírgenes negras al ser halladas solían exigir que se les construya un templo de culto en el emplazamiento exacto de su aparición.

Casualmente, estos lugares son siempre coincidentes con los antiguos lugares de culto que las primitivas culturas dedicaban a sus cultos paganos a la Gran Diosa Madre. Y los Templarios trataban siempre de construir sus santuarios en estos emplazamientos ancestrales, lo que nos lleva a pensar que tenían un conocimiento de las virtudes que poseerían estos enclaves.

Existe una curiosa leyenda que no podemos dejar pasar por alto. Al sur de Egipto, en la región llamada Nubia y en las cercanías de Asuán, existe una isla situada en el centro del Nilo denominada hoy Isla de Philae (“Isla del tiempo de Ra” para los antiguos egipcios). En esta isla se erige un templo dedicado a la diosa Isis (o Hathor) y era, en tiempos de las cruzadas, el único emplazamiento en donde se seguían realizando los antiguos cultos de los tiempos del Egipto faraónico.

Cuenta la leyenda que Caballeros Templarios navegaron el Nilo en una de sus incursiones por el país alcanzaron esta isla.

Seducidos por la hermosura del lugar, por la paz y la espiritualidad que emanaba, y por la belleza del culto a la antigua diosa, se sintieron tan atraídos por él que lo adoptaron y lo adaptaron a sus propias creencias.

Desde la instauración del Temple empezaron a proliferar imágenes de vírgenes negras, como evocación a la ancestral diosa madre-tierra Isis. La Iglesia ha tratado de ignorarlas con excusas o simplemente pintándolas de blanco.

La Isis egipcia es el símbolo de la tierra negra y fértil de las orillas del Nilo, donde tras la bajada de las aguas los limos fecundos ennegrecen las tierras y las transforman en aptas para la siembra. Es por tanto la semilla de vida que, al igual que los egipcios, la antigua humanidad asociaba a la Gran Diosa.

Es bastante probable que bajo la capa de misticismo de la leyenda que acabamos de relatar se esconda una realidad mucho más trascendente. La estancia en Tierra Santa fue lo suficientemente larga para que los monjes-guerreros del Temple pudieran conocer a fondo la civilización islámica, que era muy superior en refinamiento y en cultura a la de la tosca Europa feudal.

La ósmosis entre miembros de ambas religiones fue constante e incluso algunos caballeros musulmanes pasaron a engrosar las filas de la Orden del Temple, así como los propios templarios profundizaban en el conocimiento del islam. Es a la vez muy posible que los caballeros entrasen en contacto con sociedades herméticas, hebreas, gnósticas y sufís, absorbiendo lentamente parte de su bagaje cultural y místico.

Conocido es asimismo el contacto que mantuvieron con la secta de los Asesinos.

También encontramos en el Temple europeo indicios de que tenían un gran conocimiento de las mitología nórdica, celta e indoeuropea, con lo que cobra fuerza la hipótesis de que la Orden del Temple pudo haber soñado con retornar a religión única, armonizando creencias antiguas, orientales y occidentales, lo que la alejaba del catolicismo imperante en la Iglesia romana.

El problema que se encontraron los Templarios en Europa era que el retorno al antiguo credo de la tierra, la adoración de una deidad pagana, podría traerles graves problemas en el seno de la férrea Iglesia Católica. Suponía una herejía, por lo que se enfrentaban a graves sanciones y penas en caso de ser descubiertos.

Esto obligó a los miembros del Temple a ser muy ingeniosos. Bajo un culto predominantemente masculino, y sabedores de que el culto a la Diosa Madre significaría sin duda una herejía, lo lógico hubiese sido equiparar a esta con la Virgen María, la “Reina del Cielo”, como la llamaba San Bernardo y como aparece en el Antiguo Testamento refiriéndose a Astarté, la equivalente fenicia de Isis. Pero en vez de eso, los Caballeros del Temple decidieron inventar la figura de “Nuestra Señora” y camuflar a la diosa madre bajo la imagen de una “virgen negra”, asociando esta imagen a la María Magdalena del cristianismo, a la que curiosamente los evangelios del siglo I y los apócrifos reservan un papel mucho más importante que a la madre de Jesús.

Esto representa un enigma. ¿Por qué se asocia la Diosa Madre a la Magdalena, si precisamente la maternidad es lo último que se relaciona con ella?

Esta apariencia se ha mantenido hasta nuestros días y su culto se halla aún vigente bajo distintos “Nuestra Señora” en muchos lugares de la geografía europea, como en Notre Dame de París.

De esta forma, los Templarios consiguieron llevar adelante su culto y engañar a la Iglesia Católica, incapaz de descubrir el sutil engaño. Esto, claro está, es lo que dice la leyenda.

De hecho, podemos encontrar en los enclaves donde se encuentra una virgen negra continuas evocaciones a María de Magdalena, lo que probaría que los templarios aspiraban a retornar a una antiquísima tradición que unificase a todos los hombres, como en los tiempos de la antigua humanidad.

Regresando a la religión ancestral, el Temple aspiraba a la abolición total de las guerras, de las desigualdades y a la extirpación del odio predicado por las religiones.

Pretenderían instaurar la sinarquía, el reino de la razón, de la caridad, del amor. En definitiva, el Reino de Dios de las profecías bíblicas.

Otra teoría dice que las vírgenes negras fueron utilizadas por el Temple para difundir el culto a la Magdalena, que para ellos sería la madre del linaje de Jesús. Este, por tanto, habría tenido descendencia, y la misión de la Orden sería encontrarla, ya que, para los Templarios, un descendiente directo de Jesús de Nazaret, sería el heredero real del trono de Jerusalén. Los defensores de esta teoría argumentan que los reyes merovingios eran los descendientes sanguíneos de la pareja, y que en los Evangelios se habla de los hermanos de Jesús (Marcos, Mateo 13.55-56 y Lucas 8.19-21). Defienden que el Jesús histórico no tuvo nada que ver con el divino, y que al igual que tuvo hermanos, también habría podido tener hijos.

Curiosamente, en los lugares donde se encuentra una virgen negra aparece una evocación a la María Magdalena, a los hermanos de Jesús o a santos que difícilmente encajarían en la historia real, por lo que el enigma sigue abierto.

También muchos de los emplazamientos templarios han sido relacionados con las líneas ley.

Las Líneas ley son alineaciones de varios lugares de interés geográfico e histórico, como los antiguos monumentos y megalitos, partes altas del terreno natural y vados. La leyenda de estas Líneas de Poder, empezaría en la Gran Bretaña; el folklore druídico llamaba a la energía de la tierra wyern, o wouibres tanto a las serpientes que se deslizan por la tierra como a las oscuras fuerzas que recorren el subsuelo. Actualmente se las denomina corrientes telúricas. Quienes estudian la religión druídica creen que estas líneas telúricas son vías espirituales que recubren todo el planeta.

El filósofo Platón ya habló implícitamente de estas líneas ley en algunas de sus obras, cuando dijo que los planetas como la Tierra tienen redes energéticas que no podemos ver, pero si notar sus efectos, e incluso dibujó dodecaedros para ejemplificar la que tenía el planeta. Y en cada punto donde se juntaban las líneas ley, había casi siempre alguna construcción antigua, muy antigua.

Fue hacia los años 20 del siglo XX cuando Alfred Watkins las denomino líneas ley, al advertir el hecho de que, los lugares donde estas líneas se cruzaban o terminaban tenían a menudo nombres que acababan en -ley, -ly o leigh, (del Anglodsajon antiguo que significa (prado), (tierra limpia o despejada) Y afirmaba que estas líneas eran antiguas vías comerciales y procesionales paganas, que conectaban los antiguos lugares de adoración.

Creían también que estas energías nacían del tránsito acuífero de los subsuelos o de las grietas de terrenos que entran en fricción, al igual que de los magmas subterráneos del planeta. Así pues, en la creencia druida; estas energías serían la manifestación misma de la vida sobre la tierra y el origen de su fertilidad. Algunos de sus lugares sagrados son Glastonbury o la catedral de Chartres (Templaria), erigida sobre un antiguo bosque sagrado de los celtas galos (el bosque de los carnutes).

Fue modernamente un experto zahorí e investigador de las líneas telúricas, Colin Bloy quien siguiendo las indicaciones del archidruida Paul Bouchet quien pudo comprobar un gran sistema de líneas energéticas que cubren Europa. Para Bloy estas líneas se relacionan con el sistema nervioso o meridianos de acupuntura de la tierra, que es en sí misma un organismo vivo. Pensaba que estas fuerzas telúricas tienen un origen cósmico, y que los puntos por donde penetran en el interior de la tierra constituyen centros de poder especiales.

En este sentido las denominadas venas de la tierra o venas telúricas serían canales energéticos parecidos, pero más ligados a la tierra de tal manera de que podemos establecer en analogía con el cuerpo energético del ser humano cierta conexión con los canales de acupuntura y el sistema energético de los nadís, quienes aun coincidiendo en cierto recorrido e interrelación entre ambos, no son lo mismo.

Aunque no soy un experto en estas lides, si quisiera aclarar que aquí me estoy refiriendo a las grandes líneas energéticas ley y no las menores además teniendo en cuenta que dentro de la abundante información en torno a la geobiología y las líneas y corrientes telúricas, encontramos también las denominadas líneas Hartman muy abundantes, o las corrientes telúricas que emanan de un curso de agua subterránea, por ejemplo.

Las alineaciones rectas entre lugares sagrados o de poder, están consideradas como rutas de energía, es como si debajo de la tierra estuviera marcado el camino entre un lugar y otro por una fuente de energía que une los lugares sagrados del mundo con líneas. Se localizan en la mayoría de los lugares sagrados del mundo, como los círculos de piedras o monumentos megalíticos, iglesias, cementerios, etc. De igual modo los druidas creían que esas energías cruzaban los cielos y el interior de la tierra, a modo de cauces energéticos que, en ciertos parajes concretos, daban una condición específicamente benéfica a la acción de las corrientes telúricas del subsuelo, y creaban allí un lugar privilegiado, que los druidas marcaban mediante menhires o dólmenes.

Una de las pistas que Colin Bloy siguió en Inglaterra fue la de unir en línea recta las iglesias puestas bajo la advocación de San Miguel, un santo considerado representante de la fuerza cósmica protectora y disolvente de lo denso y oscuro. En este sentido desde siempre los nombres cristianos de iglesias, ermitas y centros de cultos nos expresan en clave el tipo de energía bajo la que se halla encuadrada.

El simbolismo es siempre revelador, aunque dado el poder reunificador del símbolo desde siempre, el tergiversar sutilmente un detalle puede conectarlo a energías o conceptos que no eran los que se pretendían originalmente. Así pues, es en muchas ocasiones la ignorancia y la desconexión con la sabiduría inicial la causante de ello, como el caso del mito o la leyenda de San Jordi o St George en inglés, quien nos habla a su manera del “dominio” o simbiosis con la “sabiduría” de Gaía o la madre tierra, en contacto con la voluntad humana expresada por el caballero y su lanza.

Ciertamente la representación del caballero matando al dragón no es la más adecuada para representar dicho proceso, y pervierte la intención inicial, algo que el “mal” sabe hacer excelentemente siendo un consumado especialista, además, en vestir y disfrazar de luz a la oscuridad o intentar sofocar la luz, de tal manera que ello confunda al personal. Si sabemos que el origen de este mito está en la Capadocia y vemos que hay ahí en esa región, tal vez esto nos lleve bastante lejos, o a concluir que tal vez está hablando el símbolo de otro tipo de dragones, o reptiles.

Muchas culturas usan líneas rectas en sus caminos, en América del Sur estas líneas generalmente se dirigen a las cimas de las montañas; este mismo tipo de líneas conectan las antiguas pirámides mexicanas; hoy en día las vías modernas se desvían alrededor de estas grandes pirámides, estas mismas carreteras están construidas sobre los antiguos caminos originales que se dirigían hacia estos centros ceremoniales. En el continente americano, por ejemplo, especulan que una línea de poder conecta el Monk’s Mound, un montículo artificial prehistórico, situado en la ribera del Mississippi, con Mystery Hill, cerca de Salem del Norte, el desierto de Mojave, y el White Horse en Uffington, y Sedona Arizona. En un mismo país puede haber muchísimas líneas ley. Por ejemplo, en Inglaterra o Francia, donde una de las interconexiones más famosas está en el hermoso monte de St. Michel, que es uno de los sitios más turísticos y donde además de ver este monumento, se va a visitar estas presuntas líneas aun sin ser consciente de ello.

Si observamos el mapa podemos ver varias cosas, una de ellas como uno de los lugares de donde parecen partir u originarse es en el monte Pamir y ¿eso donde esta? …Afganistán. Otra de las cosas a considerar es que en Europa del este y del norte tenemos también líneas ley, aunque no aparezcan aquí representadas en este gráfico, así como que   también se extienden en dirección a Asia.

Y finalmente algo que me llama la atención es la estrecha relación que parece existir entre la corriente civilizadora o de las distintas civilizaciones, como la denomina Alexandre Deulofeu, y la dirección de estas líneas de Oriente a Occidente y hacia Inglaterra y Centroeuropa, que parece marcar la cronología y la sucesión de los diferentes imperios y corrientes culturales sucesivas.

Ya observando el mapa de la península Ibérica. Es significativo que dos de las tres líneas ley lleguen por Cataluña y la otra por el país vasco.  Si vemos algunos de los lugares donde parecen transcurrir dichas líneas tenemos primero una fuerte presencia de alineaciones de megalitos y segundo una fuerte presencia de edificaciones templarías a lo largo del recorrido de las líneas ley y de las venas telúricas, lo cual se acentúa en los lugares claves del camino de Santiago en donde coexisten en estrecha simbiosis las venas telúricas y las líneas ley.

Es así como curiosamente muchos de los emplazamientos templarios, se encuentra localizados sobre o en ruta de estas líneas ley o lugares de concentración energética, como manantiales, fallas tectónicas, fosos de aguas termales, etc.

Comentarios recientes

25.11 | 00:55

Jorge gracias, esa es la idea de este blog, compartir datos históricos y otros divertidos, siempre con la idea de cultura

16.11 | 05:32

Verdaderamente ilustrativo, gracias por compartir estas enseñanzas.

28.10 | 14:04

Leí hace años de una mujer a la que le habian desaparecido varios empastes y tenia esos dientes sanos.

Además, existen una serie de fotografias, de logos en vehículos, que atestiguan la veracidad.

23.10 | 15:49

Los Griegos ganaton a los Atlantes-Iberos.

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