Portada de la Academia de San Carlos

Portada de la Academia de San Carlos

La primera escuela de arte en el Continente Americano, la Academia de San Carlos, cumple este 4 de noviembre 235 años de su fundación. Desde entonces ha sido el centro medular de la creación artística en América, particularmente durante los siglos XVIII y XIX, al constituirse como el semillero de grandes talentos en el mundo del arte.

       La Academia de San Carlos inició su labor en la Antigua Casa de Moneda, pero después de 10 años se estableció en lo que fue el Hospital del Amor de Dios, ubicado en el Centro Histórico de la Ciudad de México, en el número 22 de la calle de Academia, donde permanece hasta hoy en día. Se trata de un edificio protegido por el Instituto Nacional de Antropología e Historia, que conserva su originalidad. Solamente la cúpula que tiene el patio fue construida en los años 20 del siglo XX, por el arquitecto Antonio Rivas Mercado.

       Esta institución fue fundada el 4 noviembre de 1781, en honor al rey Carlos III, en el día de su santo. Empezó a impartir clases bajo el nombre de Academia de las Tres Nobles Artes de San Carlos: arquitectura, pintura y escultura de la Nueva España. Posteriormente se expidió la Cédula Real el 18 de noviembre de 1784 para constituir la Real Academia de San Carlos de la Nueva España y se difundió la real orden por el virrey Matías de Gálvez el primero de julio de 1785.

       El objetivo primordial al fundar la Academia de San Carlos era educar y capacitar a los llamados “naturales”, es decir, los indígenas de la Nueva España. Para ello se invitó a artistas españoles relevantes como Manuel Tolsá para que formaran parte del grupo de profesores que impartieron cátedra, tomando en cuenta los modelos franceses, ingleses y españoles como principal influencia.

       El florecimiento de la Academia de San Carlos se dio durante los Siglos XVIII y XIX, pues fue el punto de origen de casi toda la pintura, la escultura y el dibujo que se produjo en México y Centroamérica en ese momento. Al ser la primera escuela de arte fundada en el continente americano durante varios años, tuvo gran afluencia de jóvenes provenientes de otros países que llegaron a conformar una plantilla de estudiantes de alrededor de 400 alumnos.

       Según datos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), institución a la que fue incorporada desde 1910, durante el siglo XIX gran parte de las construcciones realizadas en México, como las iglesias y centros educativos, se originaron en la Academia de San Carlos. A finales del siglo XIX y en los albores del siglo XX, esta escuela fue testigo de la influencia de algunos movimientos europeos en la necesidad los artistas de retratar las costumbres del México con el muralismo.

       Una de las bibliotecas más amplias y con mayor riqueza en colecciones de libros que van del siglo XV hasta nuestros días, fue formada en la Academia de San Carlos. Actualmente en sus instalaciones se mantiene un fondo reservado del orden de 400 a 500 volúmenes, y en la Biblioteca Nacional está el llamado Fondo San Carlos, de alrededor de 300 libros, algunos de ellos fueron traídos a la Nueva España o elaborados en los principios de la Academia.

       Durante sus más de dos siglos de existencia, la Academia de San Carlos ha sido el lugar de convergencia entre los artistas más importantes del país. Como formadora, bajo preceptos clásicos y ortodoxos de enseñanza, tuvo una ruptura radical en la segunda década del siglo XX, cuando el arquitecto Antonio Rivas Mercado fue destituido de su puesto como director luego de una huelga instigada en parte por Gerardo Murillo, conocido como el Dr. Atl, en contra de los preceptos anquilosados de enseñanza. De hecho, durante un tiempo Diego Rivera fue director de la Academia.

       Como resultado de lo anterior, a partir de 1913 la Academia inició su incursión en una etapa moderna de enseñanza, pues ingresaron a su cuerpo docente personalidades de gran peso dentro de la pintura mexicana. Años más tarde, en 1929, al declararse la autonomía de la Universidad, la Academia se dividió en la Escuela Nacional de Arquitectura, que se trasladó a la Ciudad Universitaria en 1933, y la Escuela Central de Artes Plásticas, que cambió su nombre a Escuela Nacional de Artes Plásticas (ENAP).

       Hacia 1970 se propone a la máxima casa de estudios de México que se constituya una licenciatura que, en lugar de llamarse Artes Plásticas, sea Artes Visuales, la cual persiste hasta nuestros días. Dos años después se creó el Posgrado, específicamente la Maestría en Artes Visuales, la cual derivó en Diseño Urbano o Diseño y Comunicación Visual.

       Durante la década de los 70 se crearon las carreras de Diseño Gráfico --ahora de Artes Visuales-- y la de Comunicación Gráfica --ahora Comunicación Visual--, las cuales fueron mantenidas en la Academia de San Carlos hasta 1979, cuando la ENAP se trasladó a sus nuevas instalaciones en Xochimilco.

       Algunos de los artistas que han surgido de la Academia de San Carlos son Magali Lara, Gabriel Macotela, Santiago Rebolledo, Jesús Mayagoitia y Luis Nishizawa, quien ha estado ligado a San Carlos como alumno y docente.

       Actualmente, en el edificio de la Academia de San Carlos se encuentra la División de Posgrado en Artes Visuales y Diseño Gráfico, la Jefatura de Educación Continua, la Coordinación de Difusión Cultural, distintos talleres, galerías, biblioteca y su Acervo Patrimonial.

       Ignacio Salazar, director de la ENAP, ha precisado que en este recinto se trabaja sobre tres aspectos básicos: lo académico, cuyo centro es el posgrado; el museo, donde se exponen sus colecciones (más de 60 mil objetos producto de la historia de la Escuela); y el edificio, custodiado por la UNAM y por el INAH.

       Las colecciones que conserva la Academia de San Carlos han sido inventariadas y se mantienen custodiadas. La colección de numismática, consta de troqueles originales de las primeras monedas que se acuñaron en la Nueva España; la de yesos contiene vaciados de esculturas grecolatinas del Museo del Vaticano y de Miguel Ángel.

       La parte que alberga la colección gráfica se compone de miles de obras entre las que se observan los nombres de Rubens, Durero, Rembrandt y una serie única de Giovanni Battista Piranesi. Además, de las piedras litográficas originales de la primera emisión de billetes mexicanos.

       En cuanto a fotografía el acervo consta de cerca de mil 400 imágenes tomadas por Guillermo Kahlo, padre de Frida Kahlo, una colección completa de aspectos de la Ópera de París, única en su tipo, que han sido solicitadas en diversas ocasiones por museos internacionales, como el de Louvre. El acervo de dibujo posee un gran valor histórico que contiene obras de grandes artistas como Francisco José de Goya, Diego Velázquez, José María Velasco, Rufino Tamayo y Diego Rivera.

       A más de dos siglos de existencia, la Academia de San Carlos puede presumir que su nivel académico compite con las mejores escuelas de arte y diseño, ofreciendo una amplia gama de oportunidades. Además, no sólo es centro medular de la creación artística en México, sino un semillero que artistas de América Latina.

Estatuas en el Patio Central

Estatuas en el Patio Central

Patio Central de la Academia de San Carlos

Patio Central de la Academia de San Carlos

Mas esculturas al fondo una replica de la Victoria de Samotracia

Mas esculturas al fondo una replica de la Victoria de Samotracia

Comentarios recientes

25.11 | 00:55

Jorge gracias, esa es la idea de este blog, compartir datos históricos y otros divertidos, siempre con la idea de cultura

16.11 | 05:32

Verdaderamente ilustrativo, gracias por compartir estas enseñanzas.

28.10 | 14:04

Leí hace años de una mujer a la que le habian desaparecido varios empastes y tenia esos dientes sanos.

Además, existen una serie de fotografias, de logos en vehículos, que atestiguan la veracidad.

23.10 | 15:49

Los Griegos ganaton a los Atlantes-Iberos.

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